Promueve los hábitos saludables y la protección de la salud de tus estudiantes
Recompensar a los niños en el aula no tiene por qué implicar dulces y otros alimentos que pueden socavar la dieta y la salud de los niños y reforzar los hábitos alimentarios poco saludables. Se puede utilizar una amplia variedad de recompensas alternativas para proporcionar un refuerzo positivo para el comportamiento y el rendimiento académico de los niños.
"Es solo una vez": El daño de usar alimentos para recompensar a los niños
Las escuelas no solo deben enseñar a los niños cómo tomar decisiones saludables y comer para satisfacer sus necesidades nutricionales, sino que también deben proporcionar un entorno que fomente una alimentación saludable.
Proporcionar alimentos en función del rendimiento o el comportamiento conecta los alimentos con el estado de ánimo. Esta práctica puede alentar a los niños a comer golosinas incluso cuando no tienen hambre y puede inculcar hábitos de por vida de recompensarse o consolarse con conductas alimentarias asociadas con una alimentación poco saludable u obesidad. Otorgar comida a los niños durante la clase también refuerza el comer fuera del horario de comida o merienda.
Dado que se han realizado pocos estudios sobre el efecto del uso de recompensas alimentarias en los hábitos alimentarios a largo plazo en los niños, la mejor política es no utilizar alimentos para recompensar a los niños por su buen comportamiento o rendimiento académico. Como mínimo, los niños no deben ser recompensados con alimentos de mala calidad nutricional.
El valor de recompensar a los niños (con recompensas no alimentarias)
Como sabéis, las recompensas en el aula pueden ser una forma eficaz de fomentar un comportamiento positivo. Los niños, como todos, alteran sus acciones en función de las consecuencias anticipadas a corto plazo. Al tratar de fomentar un nuevo comportamiento, es importante recompensar al niño de manera constante cada vez que realiza el comportamiento deseado.
Una vez que el comportamiento se ha convertido en un hábito establecido, se pueden otorgar recompensas de vez en cuando para alentar al niño a mantener el comportamiento preferido. El objetivo final de recompensar a los niños es ayudarlos a internalizar comportamientos positivos para que no necesiten una recompensa. Eventualmente, la automotivación será suficiente para inducirlos a realizar el comportamiento deseado y ya no será necesario el refuerzo externo.
¡Nunca vincules la actividad física o la alimentación a los castigos!
Castigar a los niños quitándoles el recreo o las clases de educación física reduce sus ya escasas oportunidades para la actividad física.
Otro castigo contraproducente es obligar a los niños a realizar actividades físicas, como correr o hacer flexiones. Los niños a menudo aprenden a no gustarles las cosas que se usan como castigos. Por lo tanto, penalizar a los niños con actividad física podría llevarlos a evitar actividades importantes para mantener el bienestar y un peso corporal saludable. Además, la comida tampoco se debe usar en este sentido.
Ejemplos de recompensas beneficiosas (y económicas) para los niños
Recompensas sociales
Las “recompensas sociales”, que implican atención, elogios o agradecimientos, suelen ser más valoradas por los niños que un juguete o una comida. Los gestos simples como palmaditas en el hombro, aplausos, elogios verbales (incluso frente a otros), asentir con la cabeza o sonrisas pueden significar mucho. Estos tipos de recompensas sociales afirman el valor de un niño como persona.
Reconocimiento
Un trofeo, placa, cinta o certificado de reconocimiento al logro o una pegatina con un mensaje afirmativo (por ejemplo, "Buen trabajo") reconociendo el logro de un niño, o en un tablón, en la web, una llamada telefónica, correo electrónico o carta enviada a casa a los padres o tutores elogiando el logro del niño.
Privilegios. Aquí ejemplos:
- Yendo primero
- Sentarse con amigos o en un asiento especial al lado o en el escritorio del profesor
- Tener unos minutos extra de recreo con un amigo
- Leer los anuncios en clase
- Ayudar en otra clase
- Elegir una actividad de clase
- Almorzar con un maestro o director
- Dar un paseo con profesor
- Escribir o dibujar en la pizarra blanca
- Cuidando al animal de clase por un día si lo hay
- Y todo lo que llegue tu imaginación
Recompensas conjuntas para la clase: Ejemplos
- Descanso adicional
- Almorzar al aire libre
- Ir primero al sancristobal
- Leer al aire libre
- Dar clase al aire libre
- Tiempo adicional para arte, música, educación física o lectura
- Una canción, baile, o actuación del maestro o estudiantes
- Un libro leído en voz alta a la clase por el maestro.
- Una salida a la naturaleza
- Escuchar música mientras se hace alguna actividad
- Bailar al ritmo de la música
- Jugar un juego o hacer un rompecabezas juntos
Otros objetos propicios
Lápices, pegatinas, rotuladores, gomas de borrar, conplementos, botellas de agua, gorras, reglas, canicas, chapas, peonzas (este momento puede ser una oportunidad muy buena para introducir un juego tradicional, partiendo de esta recompensa), yoyos u otros juegos que impliquen acción como un aro, un balón.
Uso de una tabla de recompensa
Algo habitual puede ser crear un panel de recompensa basado en ciertos ítems o retos que concluyan en la consecución de ese punto, estrella, pegatina dibujo...